viernes, 24 de julio de 2009

FALSIFICACION Y FALSIFICADORES

Cuando un falsificador quiere imitar la impresión de un sello de caucho y no tiene al alcance de su mano el original, la opción más sencilla de obtener una copia es encargar un sello nuevo. Para ello utiliza una impresión hecha en un documento que le envía al fabricante, Otros utilizan una fotocopia o una fotografía que sea capaz de captar todos los detalles que aparecen en el sello, tanto los detalles del propio sello como las imperfecciones que pueda presentar y en este caso último se lo fabricarían con ellas.
Los fabricantes de sellos nos enfrentamos a un problema grave de moralidad cuando viene una persona y nos pide un sello nuevo y lo único que presenta es un documento impreso con el modelo que desea.
La reacción primera del fabricante es la de rechazar el trabajo. Otra reacción es pedir una autorización por escrito de la empresa titular del sello original para poderlo reproducir. Algunos fabricantes, ante la duda, aceptan el trabajo pero no sin antes aconsejar introducir pequeños cambios al sello nuevo para diferenciarlo del primero.
Ahora surge oto problema grave de moralidad, porque el sentimiento que tienes es de violar la integridad de una marca, seguramente registrada, que ampara el documento original. Lo normal ante este sentimiento es sospechar de cualquier pedido fuera de lo común. También sabemos que los falsificadores al no tener acceso al sello original, emplean varios métodos para conseguir su objetivo. Uno de ellos es averiguar previamente el lugar donde se fabricó el primer sello (estos suelen ser empleados o ex empleados de la empresa en cuestión). Se presentan al fabricante y con toda naturalidad piden un duplicado, simulando que tienen la autoridad necesaria para encargar el sello. También están los que llaman por teléfono al fabricante aludiendo el deterioro o la perdida del sello original para que proceda a la confección de una copia exacta del mismo.
Durante los veinticinco años de experiencia que tenemos como fabricante de sellos de caucho, hemos vivido situaciones de todo tipo, algunas muy complicadas y otras verdaderamente graciosas pero no menos comprometidas. A continuación pasamos a comentar algunos casos que se han planteado en nuestro taller.

miércoles, 15 de julio de 2009

FABRICACION DEL SELLO DE CAUCHO 4ª PARTE

4.- Goma grabada con láser. Este es el sistema de grabado más deseado en la actualidad por los fabricantes de sellos de caucho, pero no por eso es el más interesante. El motivo por el no es el más interesante es su bajo volumen de productividad. A finales de los años noventa algunos fabricantes sustituyeron el fotopolímero por el corte con rayo láser.
Con este sistema ya no necesitamos crear un fotolito en negativo como en el anterior. Ahora, igual que en el proceso de fabricación anterior, el original del sello a producir está en el ordenador y en puesto de imprimirlo en papel, colocamos la goma directamente en la máquina de corte con láser. El ordenador se encarga de guiar los movimientos del rayo láser hasta conseguir el grabado definitivo del sello.
Este sistema al igual que el anterior permite la realización de sellos de una calidad muy alta. Su mayor inconveniente es la baja productividad. La acción de corte del rayo láser deja unas rayas paralelas en el fondo o parte que no se utiliza para la impresión del sello. Estos sellos, recién grabados desprenden un olor a goma quemada.

miércoles, 8 de julio de 2009

FABRICACION DEL SELLO DE CAUCHO 3ª PARTE

3.- Fotopolímero, sensibilidad a la luz. Fotopolímero es un material plástico en estado líquido de color anaranjado, verde, azul o sin color pero siempre semitransparente, con el que sustituimos al caucho. Este producto tiene particularidad que se endurece al ser expuesto a la luz. Este proceso de fabricación dio sus primeros pasos al final de los años setenta y a primero de los ochenta se popularizó de tal modo que hasta hace pocos años ha sido el sistema de fabricación más popular. En principio, este fenómeno se produce al ser más fácil y más rápido todo el proceso que los mencionados hasta ahora. No necesitamos matriz, no necesitamos molde. Todo esto es sustituido por los ordenadores. Estos, al principio de la era de los fotopolímeros no estaban tan avanzados, prácticamente solo servían para la parte del texto (edición), el tema de anagramas logotipos y dibujos requería todavía de sistemas manuales para adaptar posteriormente a los textos hechos con los ordenadores. Poco más tarde a principio de los ochenta se desarrollaron programas de dibujo que adaptados a los de edición revolucionaron definitivamente el mundo de los sellos de caucho. Igualmente lo hicieron con el resto del mundo de las artes gráficas en todas sus especialidades (imprenta, serigrafía, rotulación, etc…)
El primer paso de este sistema es la composición del texto con un ordenador provisto de un programa adecuado de edición a nuestra elección, hoy podemos. Si este programa elegido tiene las herramientas para dibujar, dibujaremos el anagrama de nuestro cliente y lo adaptaremos al texto, formando de este modo un original del sello a producir. Este original se debe imprimir únicamente en color negro sobre papel blanco, en ningún caso debe emplearse otro color.
En el siguiente paso debemos crear un fotolito en negativo partiendo del original mencionado en el paso anterior. El fotolito se obtiene con una cámara de laboratorio encerrada en un cuarto oscuro. Su mecanismo es muy parecido al de una cámara de fotos convencinal, se enfoca, se dispara y la imagen se reproduce en un plástico especial con sensibilidad a la luz llamado fotolito y en este caso en negativo.
A continuación sobre el negativo vertimos una cantidad adecuada de fotopolímero líquido y lo cubrimos con un plástico transparente que nos servirá de soporte del futuro sello. Acto seguido aplicamos luz al negativo y el fotopolímero se endurece en toda la superficie expuesta a la luz, quedando blanda el resto. Esta última se lava con agua descubriendo el sello nítidamente grabado. Exponemos de nuevo el grabado a la luz para endurecerlo en su totalidad.
Con todo esto conseguimos sellos de una calidad de impresión excepcional.